Primeras pruebas.
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Primeras pruebas.

Llevaba mucho tiempo dándole vueltas a la idea de volver a hacer fotografía analógica. Era como una especie de sentimiento masoquista: volver a gastar cantidades ingentes de tiempo y dinero para obtener algo de lo que sentirme orgulloso.

Es como una suerte de falacia de costo hundido. La sensación de sostener en mis manos una pesada cámara de formato medio o las horas en el laboratorio impregnadas por el olor del bano de paro me continuaban cautivando. Merece realmente la pena tanto esfuerzo dados los resultados obtenidos?

Seamos honestos: No.

Un fin de semana de Abril de 2024 una ola de pragmatismo me arrolló: podía obtener una experiencia similar con mi smartphone? Si bien la calidad óptica no se podía comparar, los rangos de contraste eran sencillamente brutales y, bueno, la “magia” de la fotografía digital permite obtener unos resultados “aceptables”. 

Ahí empezaron mis primeras pruebas. Empecé a “jugar” de nuevo.